
Son muchos los clientes que me preguntan si verdaderamente la Procuraduría Federal del Consumidor sirve o no sirve y mi respuesta siempre es, depende para que la necesites y a quien conozcas adentro de la misma Procuraduría.
Jurídicamente esta regulada para su propia legislación llamada “Ley Federal de Protección al Consumidor” la cual tiene como objeto promover y proteger los derechos del consumidor así como dar certeza y seguridad jurídica a las relaciones comerciales entre consumidores y proveedores.
Leyendo el objeto de su propia ley, debería servir de mucho y velar nuestros intereses como consumidores, la realidad diaria es que no funciona así, aunque las relaciones entre proveedores y consumidores estén reguladas y la ley le confiera muchas atribuciones para sancionar con multas pecuniarias y/o suspensiones de actividades. así como retiro de productos del mercado.
Haciendo a un lado la única actividad que si realiza que es estar analizando productos y determinar cuales cumplen con las NOMS (Norma Oficial Mexicana), advirtiendo a consumidores de buenos, malos y mejores productos y eventualmente realizar visitas a ciertos establecimientos que son seleccionados al azar.
La realidad es que para controversias entre consumidores y proveedores, PROFECO se dedica única y exclusivamente a fungir como un arbitro en una audiencia entre proveedor y consumidor, aclarando que dicha audiencia conciliatoria se lleve a cabo en 3 meses aproximadamente y si al proveedor no le interesa llegar a un convenio, la procuraduría se limitara a decirle al consumidor que esta la vía civil para que demande sus derechos, teniendo que invertir mucho tiempo y bastante dinero.
Dicho lo anterior, verdaderamente esta procuraduría federal protege nuestros derechos ? La realidad es que no, como un consumidor la realidad es que no me interesa saber que leche es mejor que otra, me interesa un conciliador con facultades de sancionar a un proveedor que ha vendido un bien o prestado un servicio deficiente.
Aunque la realidad es que con los contactos adecuados, PROFECO es la vía idónea para obligar a cualquier vendedor de bienes o prestador de servicios a subsanar cualquier anomalía que se haya suscitado en cualquier relación comercial y por consiguiente obligándolos a ofrecer y cuidar la calidad del bien vendido o servicio prestado.